24 sept 2014
Siempre hay quien nos beneficia, incluso sin que seamos conscientes.
LA ROSA Y EL SAPO
Erase una vez una rosa que se creía la más bella del jardín y lo que más deseaba era que
todos se acercaran a admirarla y a disfrutar de su olor. Pero la gente solía mirarla desde
una cierta distancia, sin prestarle mayor atención. Un día se dio cuenta del motivo de
ese comportamiento que tanto la desagradaba: a su lado había un enorme sapo, grande,
feo y de piel verrugosa, que los espantaba. Indignada con él, le ordenó que se alejara de
inmediato.
El animal, muy solícito, le respondió: «Me iré, si así lo deseas».
Días después, el sapo volvió a darse una vuelta por el jardín y se sorprendió al ver a
la rosa marchita, sin hojas ni pétalos. Cuando le preguntó qué le había pasado, la flor
le respondió: «Desde que te fuiste, las hormigas han invadido este lugar y no paran
de picarme aquí y allá». A lo que el sapo replicó: «Qué te habías pensado, cuando yo
estaba aquí me comía a estas dichosas hormigas, por eso eras la más bella del jardín».
En numerosas ocasiones, despreciamos a los que están a nuestro lado, pensando que
nosotros somos más importantes y que ellos apenas nos aportan nada. Pero todos
deberíamos tener en cuenta que siempre hay quien nos beneficia, incluso sin que seamos
conscientes.
Feliz día
Besitos de chocolate
Bel
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