23 oct 2014

Afrontando problemas



Cuando tenemos problemas , muchas veces se apoderan de nosotros y no nos dejan ver con objetividad las cosas , solo nos centramos en los problemas .

Es cierto que no es fácil poner los problemas en el cajón de la mesilla  y retomarlos cuando estamos mas tranquilos y con capacidad de enfrentarnos a ellos pero es importante poder aparcarlos en situaciones que no corresponden. ¿Quien no ha llegado a casa y ha trasladado los problemas del trabajo a casa? ¿cuantas veces otros han aguantado nuestro mal humor sin necesidad? 

Tenemos que aprender a aparcar los problemas y no permitir que los problemas tomen el control de nuestra vidas , si no ser nosotros mismos los que cogemos las riendas y decidir colocar cada problema en su sitio. 

Además, si nos enfrentamos a ellos en el lugar y momento adecuados, no sólo podemos verlos de forma distinta y objetiva sino que podremos encontrar y aplicar la solución con mas facilidad. 




El árbol de los problemas.

Autor desconocido.



Había contratado un carpintero para ayudarme a reparar mi vieja granja.
Él acababa de finalizar su primer día de trabajo que había sido muy duro. Su sierra eléctrica se había estropeado lo que le había hecho perder mucho tiempo y ahora su antiguo camión se negaba a arrancar.
Mientras lo llevaba a su casa, permaneció en silencio.
Una vez que llegamos, me invitó a conocer a su familia. Nos dirigíamos a la puerta de su casa y se detuvo brevemente frente a un precioso olivo centenario tocó el tronco con ambas manos.
Al entrar en su casa, ocurrió una sorprendente transformación. Su bronceada cara sonreía plenamente. Abrazó a sus dos pequeños hijos y le dio un beso a su esposa. La energía había cambiado completamente. Posteriormente me acompañó hasta el coche.
Cuando pasamos cerca del olivo, sentí curiosidad y le pregunté acerca de lo visto cuando entramos.
- Ese es mi árbol de los problemas, – contestó
- Sé que no puedo evitar tener problemas durante el día como hoy en el trabajo por ejemplo, pero no quiero traer estos problemas a mi casa. Así que cuando llego aquí por la noche cuelgo mis problemas en el árbol. Luego a la mañana cuando salgo de mi casa los recojo otra vez.
- Lo curioso es, – dijo sonriendo – que cuando salgo a la mañana a recoger los problemas del árbol, ni remotamente encuentro tantos como los que recuerdo haber dejado la noche anterior. Maestro: si te centras en el ahora desaparecen todos los problemas.



Yo voy a plantar un árbol en el portal de mi casa, ¿tu quieres plantar el tuyo? 

Buen día y besitos de chocolate.

Bel



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