1 may 2014

Libérate. (17.12.213)


Buenas tardes , sí , he de confesar , ayer hice novillos , y se me fue el santo al cielo.

 

En primer lugar voy a deciros que en Enero saldrá en marcha el blog , para los que lleváis desde el principio  empezarán a salir a diario cada uno de los correos que ya habéis recibido , así que podéis volver a releer que nunca viene mal , o esperar a que todo el mundo esté al día , ahí ya podéis contestar , decir , compartir , vamos los que queráis .

 

Y en segundo lugar el vienes cojo vacaciones , y estaré con mis hijos ,los que merecen y necesitan que esté al 100% con ellos . Así que quizás, pueda hacer alguna reflexión en algún momento, alguna frasecilla , o simplemente mandaros los besitos de chocolate , que sientan muy bien , y como digo siempre no engordan.

 

Esta semana la voy a dedicar a los cuentos , que como estamos todos muy movidos en estas fechas , que además no sé porque parece ser que solo estas fechas son fechas de nuevos propósitos ,bueno .. pues que así sea .

 

 

Así que para hoy …

 

Una larga caravana de camellos avanzaba por el desierto hasta que llegó a un oasis y los hombres decidieron pasar allí la noche.

Conductores y camellos estaban cansados y con ganas de dormir, pero cuando llegó el momento de atar a los animales, se dieron cuenta de que faltaba un poste. Todos los camellos estaban debidamente estacados excepto uno. Nadie quería pasar la noche en vela vigilando al animal pero, a la vez, tampoco querían perder el camello. Después de mucho pensar, uno de los hombres tuvo una buena idea.

Fue hasta el camello, cogió las riendas y realizó todos los movimientos como si atara el animal a un poste imaginario. Después, el camello se sentó, convencido de que estaba fuertemente sujeto y todos se fueron a descansar.

A la mañana siguiente, desataron a los camellos y los prepararon para continuar el viaje. Había un camello, sin embargo, que no quería ponerse en pie. Los conductores tiraron de el, pero el animal no quería moverse.

Finalmente, uno de los hombres entendió el porqué de la obstinación del camello. Se puso de pie delante del poste de amarre imaginario y realizó todos los movimientos con que normalmente desataba la cuerda para soltar al animal. Inmediatamente después, el camello se puso en pie sin la menor vacilación, creyendo que ya estaba libre.

¿Tu eres como este camello, estás atado sin cuerda? ¿A qué esperas para comenzar a caminar? Libérate de tus creencias limitantes

 

Feliz Tarde y besitos de chocolate

Bel

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