Buenas
tardes , sí , he de confesar , ayer hice
novillos , y se me fue el santo al cielo.
En primer
lugar voy a deciros que en Enero saldrá en marcha el blog , para los que
lleváis desde el principio empezarán a salir a diario cada uno de los
correos que ya habéis recibido , así que podéis volver a releer que nunca viene
mal , o esperar a que todo el mundo esté al día , ahí ya podéis contestar ,
decir , compartir , vamos los que queráis .
Y en segundo lugar el vienes cojo vacaciones , y estaré
con mis hijos ,los que merecen y necesitan que esté al 100% con ellos . Así que
quizás, pueda hacer alguna reflexión en algún momento, alguna frasecilla , o
simplemente mandaros los besitos de chocolate , que sientan muy bien , y como
digo siempre no engordan.
Esta semana
la voy a dedicar a los cuentos , que como estamos todos muy movidos en estas
fechas , que además no sé porque parece ser que solo estas fechas son fechas de
nuevos propósitos ,bueno .. pues que así sea .
Así que
para hoy …
Una larga caravana de camellos
avanzaba por el desierto hasta que llegó a un oasis y los hombres decidieron
pasar allí la noche.
Conductores
y camellos estaban cansados y con ganas de dormir, pero cuando llegó el momento
de atar a los animales, se dieron cuenta de que faltaba un poste. Todos los
camellos estaban debidamente estacados excepto uno. Nadie quería pasar la noche
en vela vigilando al animal pero, a la vez, tampoco querían perder el camello.
Después de mucho pensar, uno de los hombres tuvo una buena idea.
Fue
hasta el camello, cogió las riendas y realizó todos los movimientos como si
atara el animal a un poste imaginario. Después, el camello se sentó, convencido
de que estaba fuertemente sujeto y todos se fueron a descansar.
A la mañana
siguiente, desataron a los camellos y los prepararon para continuar el viaje.
Había un camello, sin embargo, que no quería ponerse en pie. Los conductores
tiraron de el, pero el animal no quería moverse.
Finalmente,
uno de los hombres entendió el porqué de la obstinación del camello. Se puso de
pie delante del poste de amarre imaginario y realizó todos los movimientos con
que normalmente desataba la cuerda para soltar al animal. Inmediatamente
después, el camello se puso en pie sin la menor vacilación, creyendo que ya
estaba libre.
¿Tu
eres como este camello, estás atado sin cuerda? ¿A qué esperas para comenzar a
caminar? Libérate de tus creencias limitantes
Feliz Tarde
y besitos de chocolate
Bel
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